Rehabilitar una casa antigua no es para nada un trabajo sencillo, aunque la dificultad dependerá también del estado inicial en el que se encuentre la vivienda. Desde Amer e hijos queremos que estés preparado para lo que viene, así que te dejamos algunos consejos para rehabilitar una casa antigua.
Antes de entrar en materia y comenzar con todos los preparativos, es importante realizar una buena planificación para poder tener bajo control cualquier imprevisto que pueda surgir durante el proceso, y para que el presupuesto fluctúe lo menos posible.
Te recomendamos que hagas una búsqueda exhaustiva de fotografías, tanto en revistas especializadas en decoración como en internet. Así te resultará mucho más fácil plantear la idea que tienes en tu cabeza, además, ayudará a que el resto de personas que también participen en la reforma conozcan tu visión.
Para rehabilitar una casa antigua, es habitual el uso del buscador de Pinterest, para absorber ideas e inspirarse de otras restauraciones y viviendas.
Si la rehabilitación de nuestra casa es de gran envergadura, necesitaremos la asistencia de un profesional cualificado para que nos solucione los problemas más tediosos, y previamente, nos facilite un presupuesto.
Desde Amer e hijos te aconsejamos que antes de decidirte por el primer profesional que conozcas o encuentres, compares presupuestos, cuanto más tiempo le dediques a esto mejor y más personalizado será el presupuesto que encontraras.
Ten en cuenta que es importante que la rehabilitación de una casa sea económica, pero también lo es que la calidad de los materiales sea buena, ya que de no ser así el coste se incrementará en el futuro. Asegúrate de que el presupuesto que elijas se adapte a tus demandas.
Antes de rehabilitar una casa antigua o realizar cualquier tipo de modificación, consulta las normativas de la comunidad de vecinos, del barrio y de la zona. Solicita en tu Ayuntamiento un documento que acredite las circunstancias urbanísticas en las que se encuentra tu casa.
En este documento encontrarás si hay algún tipo de limitación de carácter urbanístico que te impida ejecutar algunas de las reformas previstas.
Una vez ejecutado este paso, es el momento de recopilar las medidas pertinentes para el proyecto. Necesitarás todas las dimensiones, tanto la altura como la anchura de cada uno de los objetos y lugares de la casa que vayan a ser parte de este proceso de transformación.
Si te dedicas a rehabilitar una casa antigua, es muy probable que antes de proceder con cualquier modificación a nivel estético, necesites comprobar los desperfectos estructurales o de cimentación que puedan afectar al funcionamiento útil de la casa.
Revisa si existen grietas, muros con poca estabilidad, tuberías rotas, humedades, abombamiento de la pintura o cualquier otra cosa que pueda convertirse en una prioridad. Es importante que la base y la estructura de la casa que vamos a rehabilitar se encuentre en el mejor estado posible.
Ahora ya estamos preparados para comenzar a rehabilitar una casa antigua. Contamos bajo el brazo con toda la información sobre la vivienda que hemos ido recopilando, con un profesional a nuestro lado minuciosamente elegido, con la normativa estudiada y con todas las ganas del mundo.
Es el momento de ponerse manos a la obra.
Recomendaciones
Para rehabilitar una casa antigua, te aconsejamos que inviertas el tiempo necesario en conservar la estructura original de la casa. No es necesario aplicar esta recomendación a todas las partes de la vivienda, pero si en aquellas que puedan aportar algo de personalidad cuando esta esté terminada.
Aplica esta recomendación en vigas, molduras o techos que ya dispongan de un esqueleto atractivo, aprovecha la belleza natural de la casa.
Ahora que la antigua vivienda se encuentra desnuda, aprovecha para adecuar la distribución al ritmo de vida de hoy en día. Analiza cada rincón para aprovechar el espacio lo máximo posible, intenta que los muebles no resten espacio o luminosidad a la casa y trata, sobre todo, de conseguir un ambiente familiar y práctico.
Explota el máximo potencial de los elementos y objetos que ya tengas. Es mejor dedicarle tiempo y tratar de recuperar una silla antigua con una bonita estructura, que comprar una nueva que quizás no case tan bien con la energía de la casa.
¿Cómo puedo unificar los elementos a la hora de rehabilitar una casa antigua? Te recomendamos que para ello juegues con los colores y las texturas, tanto de las paredes como de cualquier otro componente. El truco está en estudiar bien las zonas de la casa y hacer que todo esté en sintonía.
Como bien decía el arquitecto Gaudí: “Para hacer las cosas bien, primero es necesario el amor, después la técnica”.
Si existe alguna pieza clave en el proceso de rehabilitar una casa antigua, esa es la gestión de los espacios de luz. Por norma general, las casas antiguas son oscuras y no suelen tener una buena distribución para generar óptimos puntos de luz.
Para solucionar esto es primordial que las habitaciones de la vivienda disfruten de zonas espaciosas, dejando que la luz inunde por completo las estancias, evitando, en la medida de lo posible, la creación de sombras que puedan oscurecer el ambiente.
Otra cosa que podemos hacer para rehabilitar una casa antigua y mejorar su claridad, cuando la estructura de la casa nos lo permita, es evitar las subdivisiones de las ventanas. Para ello, es habitual recurrir a cerramientos que permitan ceder el paso a la luminosidad del exterior.
Seguramente existan rincones de la casa donde la misión de otorgar luz sea una tarea prácticamente imposible, por lo que debemos recurrir a mejorar la instalación y la distribución eléctrica. Localiza las ventanas interiores que no aporten mucha luz a la vivienda, y compleméntalas con una buena lámpara.
Esperamos que nuestros consejos te ayuden en el arduo, pero gratificante camino de rehabilitar una casa antigua. Recuerda que una de las principales habilidades para conseguir un buen trabajo es la paciencia, estos procesos suelen ser largos y monótonos, tanto que a veces uno se plantea tirar la toalla.
Cuando esto ocurra, acuérdate de los consejos de Amer e hijos, y no olvides que siempre merece la pena rehabilitar una casa antigua. No hay nada más reconfortante que construir el hogar en el que siempre has soñado vivir.